¿Una pausa puede ser activa?

Te ayudamos a sumar esté hábito a tu rutina

Si nos dicen pausas activas rápidamente las pensamos como descansos de actividad profesional dentro de nuestra jornada laboral. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Las pausas activas son pequeños momentos que podemos tener a lo largo del día (estemos donde estemos) para cambiar el foco, dejar lo que estamos haciendo y conectar con nosotros y nuestro cuerpo. Como explica Nicole Nemenmann, osteópata y facilitadora de Somáticas, las pausas activas son la práctica de llevar la atención de cada persona hacia sí misma, su cuerpo y su presente por períodos de tiempo relativamente breves (entre 5 a 15 minutos en general) dentro de un día. Son un espacio regenerativo y oxigenante. A través de movilizaciones articulares, elongaciones musculares, ejercicios de postura y/o respiración, asisten a las personas a reconectar con su salud. “Las pausas activas son muy saludables y nutritivas a distintos planos. A nivel físico, ofrecen la movilidad y la elongación que el cuerpo necesita para contrarrestar y aliviar la carga de una rutina sedentaria. A nivel mental y anímico, brindan un corte de la inercia donde la atención tiene el permiso de ir hacia adentro, donde podemos regenerarnos y entrar un poco en contacto con nuestro mundo interno, para luego volver a salir más alineados. Me gusta pensar a las pausas activas como un espacio donde ponernos en contacto con la propia capacidad de sentir bienestar”, detalla y argumenta Nemenmann.


¡SUMALAS EN TU DÍA A DÍA!

Las pausas activas son una buena estrategia para ir sumando hábitos saludables en nuestro día a día. Podemos hacer una pausa en casa entre una actividad y otra, al levantarnos, antes de acostarnos…Como explica Nemenmann, las combinaciones posibles son muy amplias y vale la pena que nos preguntemos cuándo –dentro de nuestro propio contexto– podemos diseñarnos unos minutos para realizar estas pausas. “Recomiendo mucho probar que sea como primer gesto del día ya que a mucha gente le resulta muy bien restar unos minutos de sueño, pero empezar el día con esta activación y contacto consigo misma. A otros les funciona realizarlas al volver a casa después de la jornada, como una especie de ritual de final de día. Puede ser solos o también en familia. Se pueden hacer movilizaciones generales, por ejemplo por todas las articulaciones, elegir uno o dos ejercicios de cada parte del cuerpo y terminar con una relajación en el piso (con MAT o manta). Lo importante es adaptarlo y sostenerlo, son esos gestos que parece que llevan mucha voluntad pero que después nunca nadie se arrepiente de hacer”, detalla.


BENEFICIOS DE LAS PAUSAS

Las pausas son un gran bálsamo para el bienestar. Siempre suman a nuestra salud. Entre los beneficios que podemos citar, la especialista nos comparte algunos:

  • Colaboran con la prevención de lesiones
  • Disminuyen el estrés
  • Estimulan y favorecen la circulación
  • Devuelven la movilidad articular
  • Liberan molestias y dolores musculares
  • Mejoran la postura
  • Favorecen la concentración y la autoestima
  • Nos despejan mentalmente                                                                                                        .

¡Es tu momento: empezá hoy a cortar tu rutina diaria activando y moviendo tu cuerpo!

Mas información en @desplegando.presencia

Compartí la nota

Notas sugeridas

¿Una pausa puede ser activa?

Te ayudamos a sumar esté hábito a tu rutina

¿Qué es la respiración consciente?

Respirar con todos los sentidos.

Barras de fruta y nada más

Sumá fibra a tu dieta diaria.